miércoles, 27 de marzo de 2013

Día 92: Playas del Caribe, primer intento

Mi plan para este día era muy simple, ir a la playa. Parecía muy sencillo, pero fue imposible.

Antes de ir a la playa tenía que cambiar dinero en la CADECA, casa de cambio, pero no controlé que todo pude salir mal. La primera casa de cambio estaba a sólo dos calles, pero al llegar me encontré un cartel de 'cerrado por peligro de derrumbe', la segunda estaba a 12 calles, pero al llegar se había ido la luz y los ordenadores no funcionaban, la tercera estaba a 20 calles y al llegar, sorpresa, 'día de cobro de los jubilados'. Nooooooooooooooooooooooooooooo, toda la mañana perdida para cambiar unos pocos dólares. No era ya hora de ir a playa alguna, así que otra vez al centro: 

En la terracita tomando una cerveza
Imposible entrar, no cabía ni un alfiler
Embajada de España, todavía controlando la entrada a la bahía
Otra cervecita, esta vez en la plaza de la catedral. Estaban preparando el escenario para  la fiesta de Noche Vieja,
150 CUC por barba, ¿estamos locos o qué?
Este mural está hecho de arena de la playa, impresiona
Caminando por el centro colonial
Un atasco en Cuba, el mejor parque móvil del mundo
Y claro, después del paseo, vuelta a casa a cenar pescadito y a hablar con mis chicas en la cocina. Estas chicas son lo mejor de lo mejor, se ponen a reírse de todo y les sorprenden cosas que para mi son de lo más normal. No me cansaba de hablar con ellas.

Ahhhh, hoy no me intentaron timar :-)

Día 91: De vuelta al centro

Si alguien va siguiendo el blog en este momento se va a dar cuenta que o el título no era el correcto o que he ido ganando mucho tiempo durante el viaje o simplemente que no sé contar. :-)

Otro día perfecto para ir de paseo, pero antes un buen desayuno: Zumo de piña, zumo de naranja, guayaba, piña, pan, mantequilla, tortilla con queso y jamón... nada que envidiar al mejor hotel de 5 estrellas.

Bueno, comienzo a andar. Apenas llego a la Habana vieja el mismo panorama del día anterior, novia cubana,  fiesta para aprender salsa, tabaco casero, leche en polvo para el bebe... sólo faltaba el de la estampita para tener toda la colección.
Centro gallego de la Habana, espectacular
Capitolio, igualito a muchos de los USA, aunque les joda
¿Un vagón de tren en el centro de la ciudad?, si, todo es posible en la  Habana
El mejor uno para cualquier arma de fuego, bajo tierra
Entre calles, callejones y callejuelas, un poco de relax, típica placita colonial
La Plaza Vieja
¿ alguien necesita algún otro detalle?, me encanta 
No Comments, habla por sía misma.
En una calle de la Habana...
Después del paseo por la parte vieja de la Habana Vieja toca entrar en algún museo, nada mejor que el Museo de la Revolución en la plaza Granma, todo dedicado a la obra de Fidel y Cia. Me esperaba algo como el museo que visité en Pekín pero, no, nada parecido. Aquí lo que domina son los discursos del amigo y mucha estrategia militar, fotos de batalla, pistolas...

Plaza Granma con la famosa lancha en una vitrina
Apuntando al enemigo
Metáfora: Cuba sola en el mundo
Humor revolucionario
Termino la visita y caminando a casa y directo a la cocina, buena cena y cotilleo con las chicas hasta más de media noche. 

Resulta que el tipo de la habitación de al lado, un italiano, viene tres veces al año por casi un mes para disfrutar de la isla. La dueña de la casa lo tiene como un hijo. El plan de este tipo es: llegar a la isla, buscarse su novia cubana y salir de la habitación sólo para lo imprescindible. Cuando tiene que salir, la 'novia' de turno se queda allí encerrada... Eso en otros países se llamaría explotación o prostitución, pero eso está prohibido en Cuba así que 'no existe'

Día 90: El Che, omnipresente

Sol y buena temperatura, finales de Diciembre, me encanta el Caribe. Desayuno caribeño y listo para empezar mi paseo, pero antes 'business is business', Doña Carmen quiere hablar conmigo. 5 CUC por el desayuno y 8 CUC por la cena, no es barato, pero merece la pena.

Ahora sí, comienza el paseo y la primera parada estaba clara, visita al doctor en la plaza de la revolución.
Quizás el icono más famoso del mundo, 'hasta la victoria siempre'
Ahora le ha salido de acompañante, Ramiro Cienfuegos
Típica la foto, ¿verdad?, pues tiene su precio, en concreto 1 CUC por hacer fotos. Yo me libre de pagarlo porque cuando estaba discutiendo con la funcionaria llegó un grupo de americanos, se puso con ellos y me ignoro por un rato, cuando volvió a mi me dijo 'siento que te he maltratado, así que por mi parte está todo bien, puedes hacer la foto', gentileza caribeña.

Monumento a José Martí, líder ideológico de todo esto
La Habana desde e punto más alto
Frases de José Martí en las paredes, fotos de niño, registros de la cárcel de Zaragoza, guerra entre España y  los USA... y llegamos al presente y este tipo no tarda en aparecer... el gran Fidel
¿Sería este uno de sus famosos discursos de más de 5 horas?
¿A que parece una pagoda?
Después de esta visita al centro de la revolución toca ir al centro y seguir con mi paseito. Resumen: Todo parece que se va a caer de viejo, pero se mantiene fuerte. (podría ser una metáfora, pero no lo es).
Me encanta esta foto
Me encanta el Bacardi... :-)
A la caza del turista
Mi primer paseo por la Habana fue un poco extraño: una pareja intentó llevarme a un festival de salsa, no piqué, típico truco para sacarle los cuartos a los turistas; Una chica me preguntó si quería que fuera me novia  cubana, , no piqué, típico truco para sacarle los cuartos a los turistas; Otra chica intentó venderme tabaco 'hecho en casa',  no piqué, típico truco para sacarle los cuartos a los turistas... 

Después de unas cuantas horas de paseito, a casa, a disfrutar con los cotilleos de las chicas que trabajan allí y de una buena cena, ese día fue una rica langosta. ¡¡Langosta a 8 dólares!!

lunes, 25 de marzo de 2013

Día 89: Regreso al pasado

Era el día de poner rumbo al último país de este viaje, era el día de Navidad y mi vuelo salía a las 10. Despertador a las 6:00, desayuno a las 6:10 y a la calle a buscar un taxi. Tuve mucha suerte, justo al salir se me cruza uno, negociamos precio y listo, a las 6:30 ya estaba camino al aeropuerto otra vez. 

Ahh, se me ha olvidado decirlo, el destino del vuelo es una ciudad que según dice mucha gente está enclavada en mediados del siglo XX. Casi 5 horas de vuelo y estaba en la cálida ciudad de La Habana.

Cuando el avión se va acercando ya se nota el aire caribeño, un mar azul impresionante, praderas verdes, lagos y lagunas, etc., todo ideal, pero una vez que el avión aterriza te das cuenta que no es oro todo lo que reluce. 

La primera cosa rara es el cambio de moneda, para los turistas sólo CUC, para los locales Persos cubanos, la diferencia es alrededor de 1 a 20, pero los precios marcan lo mismo, el truco de la estampita. Yo cambié unos cuantos dólares y me fui a mi casita en taxi, pero en un taxi cubano, un Chevrolet con un taxista que nada más subirme empezó a hablarme del embargo, lo bueno que es Chávez y Castro y lo malos que son los putos americanos. Los que me conocen saben que, dije que si en todo y pasé un muy buen rato del aeropuerto al hostal.

Para los días que iba a pasar en la isla había contratado por Internet una habitación en una casa en el barrio del Vedado, cerca del centro. Una casa particular, vivir con una familia, todo pintaba bien pero terminó siendo una pensión. Casa de Ana me mandó a Casa de Carmen porque no tenía habitaciones libres para esos días. Toda una Mafia. En un país en el que la mayoría de tiene lo justo, en estas casas tienen criadas, televisiones de plasma, equipos de alta fidelidad, etc. Todo lo mejor para los miembros del Partido.

Estaba muy pero que muy cansado después de la paliza de los días anteriores y la falta de sueño, pero antes de ir a dormir tenía que ir a dar un paseito y ver el mar.     

El Malecón, se acerca la tormenta
La Habana es Cádiz con mas....
Parece que el mar está subiendo...
Joder, que me voy a terminar mojando
La cosa no pinta bien, mejor volver a casa
Y eso hice, compré algo para cenar en una de esas tiendas de supervivencia que hay en la isla y volví a la casa. Una cena rápida y a dormir, mañana será otro día.

Día 88: Noche Buena fuera de casa

Se supone que en este día todo el mundo debe estar en familia, pero en este año mi familia estaba a unos cuantos miles de kilómetros de distancia y yo no tenía ningún plan para la noche, lo único que sabía es que tenía un vuelo temprano de vuelta a Lima.

Como va siendo ya una norma el vuelo era tempranito, así que sin tiempo para desayunar salí andando para el aeropuerto, nada de taxi o bus. Llegué a tiempo, pero por los pelos, la verdad es que ese avión no me hubiera importado mucho perderlo, la gente de la ONG era increíble y Cuzco, una ciudad para volver.

Una horita y un poco y otra vez estaba en la ciudad 'sin ley'. Sólo iba a ser un día y no tenía ganas de gastar mucho, así que me puse la manta a la cabeza y me monté en un bus hasta el hostal justo lo que nadie recomienda por lo peligroso del camino, pero salió todo a perfecto, aunque pagué un billete por mi y otro por la maleta.

Ya he dicho que no tenía planes para esta noche tan especial y el destino no me iba a dejar solito comiendo en un McDonalds. Abro la puerta del hostal y BINGO, cena especial de nochebuena para los residentes. Pagué la cena antes que la habitación :-)

Una ducha y directo a vivir la navidad, o mejor dicho, a vivir el consumismo puro y duro del 24 de Diciembre, comprar por comprar, todas las tiendas hasta la bandera, unas colas de media hora para pagar, gente protestando, lo típico. Yo me compré una camiseta, unos souvenirs para llevar a la familia y claro, llamé a casa para felicitar la navidad, que con el la diferencia horaria estaban ya de celebraciones.

Cuando me vine a dar cuenta ya eran las 7 de la tarde y estaba en el otro lado de la ciudad y sin saber muy bien el numero de bus que tenía que pillar, menos mal que incluso en nochebuena los ayudantes de los paraderos están de servicio, ufff.   

De vuelta al hostal y dispuesto a disfrutar de una cena de nochebuena diferente. Primer error del día: la cena en mi casa empieza a las 9, aquí en Lima, a las 12. Tenía un "poquito" de hambre... Tomamos cerveza, fuimos de paseo por el barrio a escuchar la mascletá y ver los fuegos artificiales, charlamos, charlamos, pero ni unas patatitas fritas hasta las 12. Tenía un "poquito" de hambre... En la mesa estábamos: una pareja de franceses en su año sabático, un chico australiano que estaba aprendiendo español, un viejete Canadiense que estaba de vacaciones de placer, un chico alemán que se iba a la selva de voluntario, la gente del hostal y el menda. Nada parecido a una Nochebuena tradicional.

Llegaron las 12 y ¡por fin!, camarones, pollo, carne a al horno, ensalada de papas. Probablemente estaba buenísimo, pero con el hambre que tenía...cualquier cosa hubiera funcionado.

La única foto del día, Cena de Nochebuena

domingo, 10 de marzo de 2013

Día 87: La capital Inca, Ciudad del puma

Después de la visita frustrada del día anterior hoy tenía el día muy concentrado, tenía una mañana para visitar Cusco y por la tarde el segundo intento de visita arqueológica.

Temprano salí del hostal a desayunar algo típico y no hay mejor sitio que un jugo de frutas y leche con plátano en el mercado central. Hay unas 20 señoras con puestecitos de zumos naturales, recomendable al 100%. El único inconveniente de comer en un mercado es que 'es un mercado' y hay de todo, algunas cosas no muy agradables de ver :-)
 
Juguitos naturales a un lado...
....casquería de la buena al otro.
Después de tomar fuerza con un buen desayuno tocada lo de siempre, andar. El centro histórico de Cusco es increíble, el auténtico estilo colonial, mucho mejor que la capital. Aquí los españolitos destrozamos mucho pero al mismo tiempo creamos mucho y muy bonito. Edificios con cimientos Incas y el toque hispano por todas partes. Algunas de las calles pasaría perfectamente por las calles de un pueblo de Castilla. Hacía buen tiempo y era víspera de Noche Buena, así que la actividad de la ciudad era frenética.

Estos 2 tipos hacían maravillas con un poco de spray.
Esto parece una escena de Cuéntame, ¿verdad?
Compras de última hora antes de la navidad
La Catedral, incluso aquí, en medio de las montañas, la iglesia muestra su poder
¡500 años después y te encuentras esto!,
yo creo que una clase de historia no le vendría nada mal a estos políticos
Pachacutec una vez más
Estos soportales estaban llenos de familias de los pueblos cercanos que llegaron para vender artesanía
Durmieron las 2 noches que yo estuve allí, en el suelo, al frío y sin apenas nada que comer
Una piedra muy especial, 12 lados y TODOS encajan a la perfección
Hora de comer y no me podía ir de Perú sin probar uno de sus platos más típicos, el Cuy. La feria de cocina local fue la excusa perfecta para probarlo. El Cuy, es lo que nosotros llamamos Conejito de Indias y que aquí es el plato para las fiestas, lo mejor que se puede comer...

Mi cocinera presentando la ratita asada
Tallarín con medio Cuy asado, ummmmm
Por fin era hora de la visita guiada a las ruinas de Cuzco y la plaza de la catedral era mi punto de encuentro. A la media hora de estar esperando, ya pensaba que nadie venía, un hombrecito llegó gritando mi nombre y me llevó a la primera parada de la visita donde me esperaba el grupo. 

Para mi sorpresa, el guía era el mismo que tuve en mi visita al valle sagrado, así que tocaba una nueva sesión de 'invéntarse la historia'.
El Convento de Santo Domingo esconde:
unos tempos incas...
...y una zona de culto antiguo (Qoricancha)
Y después en furgoneta a visitar: Tambomacha, Sacsayhuaman y Huri Pacha
Rocas con forma de zarpa de puma, o eso dijo el guía
Otro ejemplo de precisión Inca
La ciudad de Cusco desde los 3400 metros de altura
Esta piedrecita tenía unos 12 metros de altura, ¿cómo c... la movieron hasta aquí?, otro misterio
Complejo de Sacsayhuaman, según el guía con forma de puma, otra invención
Después de una visita de unas 4 horas a todo el complejo de templos y una parada técnica en una tienda de alpaca, nos devolvieron al centro de la ciudad con la sensación de haber visto mucho y no haber aprendido nada, la próxima ver me compro una guía.

Cuando llegué al hostal me invitaron a unirme a ellos para cena, copas y un poco de baile, fin de fiesta perfecto para una ciudad a la que volveré, me han quedado todavía muchas cosas por ver en esta parte del mundo.