viernes, 4 de enero de 2013

Día 69: En la Patagonia nunca es Verano

Una noche más sin dormir en una aeropuerto, esta vez ni un segundo, menos mal que a las 4 empezaba la facturación y a las 6 ya estaba en el avión. Fueron dos horas y media de vuelo hasta Punta Arenas del que no recuerdo nada de nada, ni siquiera me despertaron par el desayuno.

Al llegar a destino una cosa imprevista, el crudo invierno, yo pensaba que estando en el cono sur y siendo Primavera la temperatura iba a ser normal, pero me fui muy al sur, muy cerca de la Antártida y si a eso se le suma el viento... no había manera de resistir al frío, me tuve que ir directamente a un centro comercial a comprarme un abrigo y una camiseta térmica. Después, un poco más calentito, me fui a dar el primer paseo de reconocimiento por esta ciudad del fin del mundo.

Aquí también hay arte callejero
Desde aquí, en unas horitas, se llega al continente helado
Otra cola de ballena.
Por favor, que el tipo que la hizo en Cartagena  devuelva el dinero ya!!!
Distancia a España: 12000Km
Dicen que hay un gallego en la Luna y seguramente lo hay porque hasta estos confines del mundo llegaron hace unos años, se hicieron millonarios y construyeron palacios, valga con el ejemplo:

Ayuntamiento de Punta Arenas.
 Punta Arenas es capital de la región, tiene universidad, tiene un puerto franco en el que se compra sin impuestos, industria pesquera y más de 100.000 habitantes, pero no tiene transporte público. Aquí hay particulares que a su coche le ponen un número en el techo, hacen una ruta y van subiendo y bajando gente a lo largo del camino, un bus de sólo 4 plazas. Aquí hay miles y conducen como suicidas, aviso para navegantes.
Bus 112 antes de comenzar la carrera hasta el hostal.
El frío pudo conmigo y me fui directo al hostal, a intentar dormir, aunque allí la noche empezaba a la 1 de la mañana, ¡qué día más largo! 

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