Último día en Buenos Aires y todavía quedaban cosas que hacer y visitar. Por la mañana temprano cogí el metro para ir a Palermo una vez más y una vez más no encontré lo que todas las guías dicen, un barrio moderno, con tiendas, paseos arbolados, etc. lo que yo vi fue un barrio residencial con algunas galerías de arte y tiendas pero con poco que llamara la atención, era como pasear por un barrio de la periferia de Madrid seguramente pasé por las calles equivocadas pero ya lo había intentado 2 veces y con el mismo resultado así que esa parte se queda para la próxima visita.
La segunda parada del día iba a ser una librería. Hacía ya tiempo leí que en Buenos Aires estaba una de las librerías más bonitas del mundo, busqué un poco en Google y voilà: Librería Ateneo. Es un antiguo teatro convertido en librería, hay de todo y en todos los idiomas, una gozada sentarse allí a leer un poco:
Libros, libros y más libros, y toda la escena amenizada con música de tango |
El escenario es una sala de lectura-cafetería, una idea genial |
Es entrañable ver a las viejitas protestar pidiendo justicia social pero lo que no me gustó fue el fin de 'fiesta'. Cuando terminan de dar las vueltas, la líder del grupo toma un micrófono y empieza a dar su opinión sobre lo que pasa en el país y en el mundo en general, a mi me toco escuchar cosas como estas:
- '¡Que Dios y todos los santitos protejan al compañero Hugo Chavéz que tanto bien hace a América!
- No hubiera putas si no hubiera clientes
- Cristina, gracias por devolvernos la dignidad
Allí nos juntamos unos cuantos: madres abuelas, curiosos, turistas, vagabundos... |
Ese lema tiene copyright en Cuba, no se si lo saben |
Otra de las locuras de Calatrava, un puente peatonal móvil, que nadie usa y que nunca se mueve |
Todo un artista de asado. |
¡Qué fácil era comer el asado pero que difícil pedir el corte que quieres! todo aquí tiene el nombre muy raro |
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