viernes, 4 de enero de 2013

Día 67: Arte callejero


Después del primer contacto, hoy tocaba la vista a la parte alta de la ciudad, declarada patrimonio de la humanidad y lugar de cultura de referencia en todo el país.

Comienza el paseo y esta vez es muy fácil, el ascensor estaba justo enfrente del hostal. Al principio todo normal, casas de estilo victoriano, nada especial, pero caminando y caminando se llega a un museo al aire libre. Aquí cualquier artista callejero ha tenido su oportunidad de expresarse en las paredes de un compatriota. Que uno amanezca una mañana y se encuentre la fachada de su casa pintada de esta manera tiene que ser un lujo, os dejo algunos ejemplos:


Caminando por el fondo del mar
África mira a través de la ventana
Caperucita roja ochentera
No dejan fachada libre, si hay lienzo, hay cuadro
Hasta el ascensor tiene pinta de subir directo al cielo

Caminando y caminando, me topé con la siguiente señal y después de lo pasado en etapas anteriores no tuve otra cosa que hacer que hacer una foto y tomar nota de el sitio donde estaba por lo que pudiera pasar.


Los fui marcando un mi mapa, nunca se sabe cuando los vas a buscar
Toda la mañana de paseo y parte de la tarde dando vueltas y era tiempo de cambiar un poco de aires, así que cogí uno de los miles de minibuses que pasaban por la avenida del puerto y me fui a Viña del Mar. Esta ciudad es "enormemente" conocida por el festival de la canción, algo así como el festival de Benidorm del cono sur, y al igual que su tocaya española, poco que visitar: La Quinta Vergara y el Reloj de Flores.

El famoso reloj, ohhhh, impresionante!! (sarcasmo = ON)

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