Día 11: Una ciudad sin complejos

Llegué a Dudai a la 1 de la mañana, primera impresión desde el aire, esto es grandisimo. En el control de aduanas ya te reciben oficiales con el traje tradicional, con un blanco que hace daño a la vista, luego taxi y al hotel a dormir un poco.

A eso de las 10 puesta en marcha para ver lo que el país de moda te puede ofrecer, pregunto en recepción y me dicen: 'Dubai Mall'. Pues bueno, busqué la parada de metro más cercana y allí me fui. La verdad es que es enorme, tiene Internet gratis y muchos, muchos turistas, yo creo que será de los sitios más visitados. Tienen casi de todo, acuario, Sega Park, pista de hielo, una elección de comidas de regiones que no has oído mencionar jamás, etc. todo para gastar, gastar y gastar.

Sí, un acuario al estilo oceanografic en un centro comercial

Para refrescar un poco el ambiente también
hay un fuente de 4 pisos de altura dentro

Aquí está, el edificio más alto del mundo,
después de mirar tanto rato te entra torticulis

La última moda para la mujer de Dubai, todo un rango de colores

Luego un paseo por el centro de la ciudad, si es que tiene centro y el espectáculo de la fuente, la más grande del mundo, no podía ser más. Entre unas cosas y otras y con el cansancio acumulado, me fui al hotel prontito.

Mi primera opinión del país: Érase una vez en una pequeña aldea en el desierto, un Emir tuvo un sueño: 'Nosotros que tenemos mucho desierto, petroleo y gas, pero esto pronto de puede acabar... tengo que diseñar mi futuro'. Con este sueño en mente, voló a los USA y se plantó en  L.A. Con todo lo que vio allí empezó a hacer su sueño realidad.
Y sí, lo está consiguiendo, atracciones turísticas, una ciudad dominada por el coche, sin trasporte público eficiente, excesiva en todos los conceptos posibles.