Día 22: Un buda, dos budas, tres budas...

Considerando hoy como mi primer día en Bangkok, hay que hacer lo propio, visitar el palacio real y los templos de la ciudad antigua. Todo eso estaba en el plan del día, aunque por la tarde todo se fue al garete, ahora os cuento.

Por la mañana tempranito bajo al 7-eleven a desayunar y de allí directo al río para coger el barco turístico hasta el centro. Llego al palacio real sin problemas, por megafonía no paran de decir que no te fíes de los falsos guías turísticos que operan en la zona (muy buen consejo). Entro en el palacio y justo cuando compro la entrada un tipo se me acerca y me pregunta si necesito un guía, le digo: ' chaval, ¿es que no escuchas lo que están diciendo?', todavía habrá gente que pica.

Bueno,  la primera impresión es: 'no tengo tanta memoria en la cámara pa' tanta foto', empiezas con foto por aquí, por allá, templo, pagoda, mural... a la media hora guardé la cámara en la mochila, con tanta foto uno se pierde lo esencial, las sensaciones al entrar en cada sala, templo, pasillo. Aquí os pongo unas cuantas, pero la verdad que es impresionante los detalles de cada cosa de las que hay allí dentro:

Aquí la entrada de turistas, muy bien flanqueada por la guardia real

Una vista general del complejo, para hacerse una idea

Un detallito, uno de tantos y cada uno diferente al otro

El buda de esmeralda (o jade), el primer buda que me encontré  ese día

Una idea de la cantidad de fotos (postales) que se pueden hacer

De todas las posiciones que te puedes encontrar  un buda,
esta es la más curiosa, tirao en el sofá del templo,
le falta la tele de plasma al otro lado 

Bueno, como digo en el título de hoy, si no había 200 budas , no había ninguno,
todos diferentes, es como si alguien se hubiera dedicado a coleccionarlos toda su vida

Como dije al principio mi plan era el de cruzar al otro lado del río para ver los otros templos pero cometí un error de viajero novato, cuando iba camino al ferry me compré una botella de agua en un puesto de la calle. La botella estaba cerrada así que supuse que era segura, ahhhh error, la botella estaba en una nevera llena de agua, posiblemente agua no potable, y yo tonto de mi me puse a beber a morro. Consecuencia de mi estupidez, nada de templos y al hotel rapidito.

Cuando todo el efecto pasó, me fui a dar una vuelta por el mercado nocturno, un mercadillo de ropa, artículos curiosos y estando en Tailandia y por la noche, otro tipo de mercancía. Andando por el mercado me ofrecieron unas 20 veces en ping-pong show, table dance, otros shows varios... yo, que llevo viendo en Ámsterdam más de 1 año que te ofrezcan estas cosas está al orden del día y uno está curao de espanto, pero que un tipo se del bolsillo una foto de una niña y te diga, 'sólo 15' eso ya pasó mi límite. Una vuelta más por las tiendecitas, una cerveza y de vuelta al hotel a seguir con el tratamiento.

El bario rojo de Bangkok, no se ve casi nada,
pero en la puerta de cada bar a unas chicas muy simpáticas que te invitan a pasar
y otras en la barra al estilo bar coyote