Día 19: No pasa nada, el agua es sagrada

Este día no tiene mucho en el programa, sólo el paseo en barco por el Ganges, claro que el paseito es al amanecer, otro día que me tengo que levantar a las 4:30.... Pues eso, me levanto, me doy una ducha y listo para que me vengan a recoger a las 5. Salgo de la habitación y me encuentro a los dos muchachos que se encargan de las cosas del hotel, unos críos de unos 15 años, durmiendo en el suelo de la entrada, me dio lástimica pero tuve que despertar a uno para que abriera la puerta. El tipo de la agencia aparte de estafador parece que es un explotador de niños, ¡es que ya no me sorprende nada en este país!

Cuando llega el taxi veo que hay una pareja dentro, al menos voy a hacer esta visita en compañía, ufff, que alivio. Cuando nos subimos a la barca, se nos une una pareja de polacos, 5 y el barquero, otro niño por cierto, en un barco al que le entra agua por momentos. 'No pasa nada, es agua sagrada' dice el niñico. 

El recorrido de la barca es el mismo que hice el día anterior pero con nuevas imágenes para el recuerdo, no por el hecho de que fuera el amanecer, que no fue de nada espectacular, sino porque nuestro barquero nos iba explicando lo que pasaba en cada una de ellas.

Así son los barcos, tan viejos no los hay ni en el Portús

El baño matutino de los fieles

Parece ser que los hoteles del dan la ropa sucia para que la laven en el río,
una pasada de agua sagrada y como nueva. ¡Qué asco!

Según el barquero, el agua del grifo se recoge por esas torres rosa y
después de filtrada va a las casas. Y yo me acababa de duchar...

La barbacoa del vecino, de manera literal

Bueno, el punto fuerte es la llegada una vez más al crematorio, donde ahora sí se pueden hacer fotos desde lo lejos. Nos acercamos y en unas de las fogatas un hombre echa agua, nuestro cicerone nos dice que eso significa que todo ha terminado. Claro, esa es la teoría, porque si no has tenido dinero para mucha leña, todavía hay sustancia. La solución india, al río. Esa mañana vi como tiraban un hueso de cadera y algo más que no supe identificar, no hay nada mejor para empezar el día.

Después del trauma, a dormir un poco al hotel y a hacer tiempo para mi tren nocturno al último destino en India, Calcuta