lunes, 10 de diciembre de 2012

Día 54: Soy un imán para desastres naturales

Día D, hora H, las calles a estas horas las están terminando de poner, despierto desde las 4:30 y esperando el bus para la montaña. Después de una parada técnica en la gasolinera para comprar provisiones ponemos rumbo al inicio del sendero. ¿Qué puede pasar cuando uno se levanta para el primer turno de bus, para llegar temprano y evitar todo el sol, para poder hacer el camino y los extras, etc...? que de camino se rompe el bus. Una hora tirados en la carretera viendo pasar a las personas de los siguientes turnos pasar por delante tuya habiéndose levantado mucho más tarde, ¡se te queda una cara de tonto!.

Por fin y después de cambiar de transporte llegamos al inicio del camino, una largo, largo camino.

Yo iba a hacer el último, unas 7 horas en alta montaña
Al principio todo va sobre ruedas, pasarelas de madera, carteles, baños, etc.
todo muy 'artificial'
La primera hora y media parece muy sencilla, un poco de subida, todo sendero señalizado y delimitado hasta que se llega al primer 'Check Point'. Aquí se decide si se va a subir al volcán (2 horas y media extra) o se sigue por el camino de baldosas amarillas. Yo dejé a la suerte que decidiera, cara o cruz, la monarca apareció y el destino estaba marcado, Albertito subiría al volcán.

En la subida no había nada marcado, mucha roca suelta, hielo, nieve, de todo un poco. Yo me puse a seguir las huellas de la gente y aunque pasaron por lo más difícil, llegamos a la cima.

Derechito para el volcán, salió la reina Isabel
En el cráter no había humo así que dormía en un sueño profundo 
Con gorrito, ojos achinados por el sol, ¡aquí está nuestro aventurero! 
Costó subir, pero lo conseguí. La bajada fue más fácil, esquiando en las terreras se llega a la base en menos de una horita. En la bajada iba al mismo ritmo que un chico alemán y comenzamos a hablar y seguimos el camino juntos. Este muchacho iba que no podía pero no se quejada, el que se quejaba el yo por tener que esperarlo todo en tiempo, cada 10 minutos. Ya me conocéis, en eso de quejarme soy un experto  

Llegada a los lagos de azufre, final de la etapa de subida
Esta vez me arrepentí de todas mis quejas cuando estando en los lagos el alemán va y me dice: ¿es eso una nube?... El volcán al que íbamos se puso en erupción de repente, sin que nadie lo esperara. Si no hubiera estado esperando a este chico me hubiera pillado en esa parte del recorrido, a unos 300 metros de la boca del volcán, un susto de los buenos.

De repente un grupo de científicos llegó en helicóptero para tomar medidas y nos 'aconsejaron' dar la vuelta, no se sabía nada de la posible evolución, en ese momento sólo era ceniza, pero podía pasar a lava o rocas. 

Una nube muy rara, ¿no?
Ya puedo tachar de mi lista el terremoto y el volcán
Tomamos la decisión de volver, pero para volver había que subir otra vez a la zona alta. Unas viejitas holandesas me miran y me dicen: 'No podemos subir otra vez sin ayuda, ¿os importa echarnos una mano?. Le di mi bastón, cambiamos las mochilas y por un lado el alemán dándole la mano y yo agarrando por la espalda pudimos dejar a las dos en la parte alta del recorrido. El tiempo normal para hacer esto es de 10 minutos, nosotros tardamos unos 40. La buena acción del día. Allí las dejamos y nos fuimos corriendo al bus, que nos esperaba en hora y media al inicio, lo que de manera normal lleva unas 3 horas...

Una vez a salvo en el bus y de camino nos invitaron a una cerveza para ir pasando el susto, 'Well Done'. Lo mejor de todo fue contarlo a la llegada al hostal, a todo el mundo le gustaría haberlo visto y yo era el único, un puntazo.

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