miércoles, 12 de diciembre de 2012

Día 61: Mi primer encuentro con los Moais

Llegó el momento, después de 2 meses de viaje llega la hora de dejar aparcado el Inglés y empezar a hablar la lengua de Cervantes (o algo parecido). Mi desembarco en hispano-américa iba a ser en un sitio muy especial, en el sitio más aislado sobre la faz de la tierra, a 4000 km del continente y a unos 2000 km de la siguiente isla habitada. 
Conexión Rapa-Nui
 En este vuelo no dormí casi nada, estaba muy emocionado por ir a un sitio tan especial y misterioso. A la llegada una grata sorpresa, un hombre con mi nombre escrito me esperaba para llevarme al hostal, y yo sin saber que eso venía incluido en el precio. Me estuvo esperando más de una hora, una hora porque los rapa nui que venían en el avión llevaban de todo lo que se puede llevar en un avión y algo más, llevaban hasta fusiles de pesca submarina y cosas ceremoniales hechas con madera, todo prohibido por las leyes chilenas, pero claro, a ellos no les dicen nada de nada.

Tenía muchas ganas de empezar a descubrir la isla, así que nada más registrarme en el hotel me fui a investigar el pueblo, a ver si encontraba la oficina de turismo, veía el precio del alquiler de bicis y con suerte me tropezada con una de esas figuras cabezudas. Pues mira tu por donde, en poco más de una hora ya lo había visto todo, es lo bueno de vivir en una isla pequeña.

Primer avistamiento de Moai, en el puerto de pescadores
En ningún ejercito del mundo los soldados están así de firmes
Éste tenía ojos, daba miedito mirarlo de frente
Os he dicho que no dormí nada de nada, así que con el objetivo cumplido me fui a pegarme mi merecida siesta después de comer. 

Ya por la noche espectáculo a lo Mayumana gratis para el pueblo, siendo gratis, allí estaba yo. 


Sólo quedaba una buena conversación a la llegada al hostal para coronar el día como terminado.

1 comentario:

  1. Menos mal que viene la Pascua pues tú ya has estado, lo del vídeo ya lo contarás

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