miércoles, 12 de diciembre de 2012

Día 59: De paseo con la familia

Un día más amaneciendo en el paraíso con otra vez con ganas de hacer cosas, hoy quería subir a la montaña y ver toda la isla desde el punto más alto. A la hora del desayuno se lo comenté a los dueños del hostal y sin pensárselo ni un solo minuto me dijeron: 'OK, nos vamos contigo'. Yo seguí desayunando como si nada la bandeja de fruta fresca y los churros que me habían traído del otro lado de la isla, pensaba que lo habían dicho en broma. 

Cuando terminé todos estaban preparados: Tama, Marie, Tahiti (la niña pequeña) y los vecinos, toda una expedición para acompañarme en la caminata. Todo era como en familia, me di cuenta entonces que mi francés tenía que mejorar mucho, de no hablar nada se me ha olvidado lo poquito que sabía.

El centro de la isla, a esos picos tan escarpados no se puede legar, una pena
La llegada al cocotero, el fin de nuestro viaje por la selva
Las 2 bahías de la isla, donde se dice que puso el ancla el capitán Cook 
Aquí está la pequeña Tahiti, no dejaba que me perdiera en ningún momento
Después de llegar al hotel, una vez más compartieron su comida conmigo, de lo que ellos tenían hicieron 4 partes. No me podía sentir mejor, de las mejores personas que yo he conocido en el viaje, no sólo por que compartieran todo, sino porque me tenían como un rey, se preocupaban de que no me aburriera y que sacara lo máximo de la isla.

Esa tarde sí que la tuve de relax, al fresquito debajo de un cocotero haciendo cosas que tenía pendientes con el blog, que el retraso acumulado estaba siendo ya de muchos, muchos días.

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