El día de la visita estaba aquí, el objetivo era contar el número total de Moais de la isla. :-)
Primer chasco del día, no pude alquilar una moto, necesitaba en carnet A, así que tocaba pedalear otra vez más, seguro que no iba a ser para tanto...
Siguiendo la ruta arcada en el parque, la primera parada era la playa de Anakena, una de las playas más bonitas del mundo, arena blanca, cocoteros, agua cristalina y un grupito de Moais acompañando la estampa. Claro que para llegar había que atravesar la isla, yo creo que sería por el cansancio acumulado, pero me tuve que bajar de la bici 3 veces antes de llegar, mis pernas no daban para mucho más y eso era sólo el principio.
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¡Menudo baño que me pegué!, estaba casi solo |
Después del baño ya me encontraba mucho mejor para continuar a ruta, una ruta en la que siempre parecía que me estaban mirando.
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El ombligo del mundo según los rapa-nui, una piedra magnética que hace girar las brújulas |
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Me tumbé a descansar y me sentía un poco observado :-) |
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Me recordaban a alguien... ¿alguna apuesta? |
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De verdad que me siento observado |
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Menudo perfil que tiene este amigo. |
Por el camino conocí a una chica italiana que estaba haciendo lo mismo que yo en bici y seguimos juntos hasta llegar de vuelta al pueblo. Cuando un va en bici en solitario se puede parar y bajar de la bici cuando quiere, pero cuando una chica va a tu vera hay que hacerse el fuerte. Casi me quedo sin piernas, menudo dolor con el que llegué, sin contar de que me volví a quemar los brazos, eso de que el protector resiste el sudor es una pura falacia.
Con este panorama llegué al hostal, con las piernas doloridas, el culo con forma de asiento de bici, cara y brazos atomataos, etc. Cené, me acosté embadurnado en After Sun y hasta el día siguiente.
Yo conté más de 100, pero según los lugareños hay más de 2000, pero nadie sabe el número exacto.
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