Día 28: Camino a Camboya

Este día se podría considerar de transición, llegada a Bangkok en bus y vuelo a Siem Riep (Camboya), así que no hay mucho que contar la verdad así que dedicaré la página de hoy para algunos comentarios.

1. Durian: La fruta es enorme, tiene una cáscara con pinchos, huele fatal, no sabe nada bien, no se puede viajar con ella, no se puede entrar en el hotel con ella... ¿para qué coño la siguen vendiendo? 

En el aeropuerto BKK anuncian de manera clara, 'Durian, no gracias'

2. El lujo en Tailandia es su razón de ser, pero el lujo excesivo termina por hacer daño a la vista, tanto reflejo de la luz del sol en superficies doradas no puede ser bueno para la retina.

Detallito en la terminal de BBK

3. La monarquía en este país es un poco rara, en Jordania hay fotos del rey en todas partes con diferentes uniformes de gala o militares, en Emiratos hay fotos del Emir por todas partes con su turbante y barba recién perfilada, en Tailandia hay fotos de el rey y de la reina vestidos de traje tradicional, regando las plantas, cosiendo un vestido, la gente lleva pins en las chaquetas con la cara del rey... ¿alguien se imagina eso es España?

Bueno, al tema del día, el viaje a Camboya. La primera impresión era de 'otra vez te has metido en lo peor de lo peor', el avión era un bimotor de hélices (creo que la segunda vez en mi vida en uno igual), el hotel en una calle que daba miedo al llegar... pero al final la primera impresión falló, el vuelo fue genial, el hotel estaba de lo lindo e incluso cuando llegué había un hombrecillo con mi nombre y me llevó en moto, todo cortesía del hotel.   

En ese bicho me metieron para volar a Camboya

Una de las calles principales de Siem Riep, donde estaba mi hotel

Una vez que me instalé fui a dar una vuelta, poco que ver y mucho turista en la ciudad, todos venimos a lo mismo, así que prontito al hotel y mañana temprano a Angkor, el tour en bicicleta me espera.

Aquí han visto la nueva moda de los pececillos turcos que te hacen la pedicura,
pues ellos han hecho su versión, pero con carpas del río, algunas son de ración.

Este el el puente que por cortesía de los franceses une las dos partes del pueblo,
muchos años de colonialismo para tan poca recompensa.