miércoles, 28 de noviembre de 2012

Día 47: Buscando a Nemo

Después de lo mal que lo pasé día anterior a las 6:00 de la mañana ya estaba listo, esperando a que zarpara el catamarán. Era muy temprano, el barco salía a las 8:00, pero tenía que pagar el billete y así de paso me dio la oportunidad de ver el final del puñetero eclipse. 

Justo a punto de empezar a embarcar llegó la razón por la que no había ningún sitio libre este día, un grupo de unos 50 críos que iban a bañarse junto al coral, digo bañarse, porque a la barrera no le hicieron ni caso, ni se pusieron las gafas, solamente estuvieron todo el día tirándose por un tobogán con agua, lo mismo que en un parque de atracciones, si me llego a quedar en tierra hubiera sido muy, pero que muy injusto.


La pasarela al paraíso del coral
Al tema, fueron 3 horas en alta mar hasta llegar al embarcadero que esta gente tiene enganchado en el arrecife, la mitad de los niños con mareos, vómitos y yo con una media sonrisa. Cuando llegas allí te pones un traje de neopreno, gafas, aletas y al agua pato, sin pensar lo que puede haber. Bueno, pues lo que hay yo no lo puedo describir fácilmente, peces de colores, coral de todas formas y tipos, almejas gigantes... bueno, ponerse un documental de Cousteau para más detalles.
Llegada del ferry al pontón
Aquí los diferentes tonos del azul, no sabía que había tantos
Dos horas de buceo con gafa y tubo, nada de botellas y de vuelta al ferry para comer de buffet, de todo y bueno, ¡hasta gambas!. Cuando terminas de comer te dan un poco de tiempo para tomar el sol en la cubierta, allí me encontré con este cartel y el bicho que había debajo. Resulta que justo al otro lado del barco vive de forma permanente uno pareja de estos monstruos.

Es como un Mero pero de 3 metros de largo
Si me lo llego a encontrar durante el buceo me toca lavar el traje
por fuera... y por dentro
Para que quede constancia que estuve allí,
el fotógrafo no me echó ninguna foto
A las 4 horas de llegar ya sales de vuelta, así que el día se resume en 3 horas de navegación, 4 horas de disfrute en la barrera de coral y 3 horas de navegación de vuelta.

Todos embarcando con cara de pena y ganas de más
Para los pudientes, está la opción de ir y volver en helicóptero,
este es uno de los 2 helipuertos que hay
Por cierto, los niños se hincharon a tarta de chocolate y el mar estaba revuelto a la vuelta, muy mala combinación, y yo con una media sonrisa... ahh, que se me olvidaba, ni señales de Nemo ni Dori.
Mi cámara no es sumergible, así que nada de fotos de corales de colores, una pena.

3 comentarios:

  1. Con to esto que estoy viendo me estoy dando cuenta de lo que me he perdido, pero me siento recompensada con los dos hijos tan maravillosos y valientes que tengo. mama

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  2. Muchas Felicidades treintañeroooo!!!
    Celebralo a lo grande y ya nos lo contaras por aquí.
    Un beso.

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  3. Espero que el día de hoy quede en el recuerdo de los treinta la mejor edad de la vida sopla aunque sea una vela y sólo. Besos

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