jueves, 8 de noviembre de 2012

Día 29: Buscando a Lara Croft

Hoy toca visitar el motivo de mi viaje a Camboya, los templos de Angkor. A las 8:00 de la mañana y recién desayunado me fui a alquilar una bici a la recepción del hotel, 2$. La bici es parte de un programa de una ONG, todo el dinero recaudado va a ayuda a los niños, así que se contribuye y disfruta al mismo tiempo, bueno cabe decir que la bici no es el último modelo. http://thewhitebicycles.org/

Los templos están a unos cuantos kilómetros del pueblo así que al lío, a pedalear. A la entrada al parque te hacen una entrada con foto incluida que te van pidiendo cada vez que quieres visitar uno de los templos, si se pierde y estás lejos, te arruina el día. 

Primera parada el templo de Angkor Vat: símbolo de Camboya el templo es de esas cosas que te deja con la boca abierta. Está en una plataforma cuadrada rodeada de un lago, a la entrada perfiles de serpientes en el puente, todas las paredes talladas con figuras alegóricas, etc. todo lo que cabía esperar. Dentro del recinto y rodeado otra vez por una galería de figuras de piedra se pueden ver las 5 torres del templo, difícil de explicar, cada pieza merece estar en un museo, de hecho yo he visto museos muy famosos con menos contenido que uno de estos muros.
Panorámica del complejo, con andamios incluidos
Siguiente templo, Bayon. En este templo, unos de los más famosos del complejo la cara de buda está por todas partes, hay relieves en cada pared y cada ángulo de cada torre tiene la forma de este personaje. Una pena que en la foto no se vean los detalles.
¿Cuántos budas hay en la foto?
Esta foto que sirva de pista
Después de estos dos templos hay dos opciones, la ruta larga la ruta corta. Yo miré el mapa, miré la bici y me dije: 'con la larga no vas a llegar ni a la mitad'. Pues bueno, no sé como lo hice pero terminé haciendo la larga. En plena selva vas visitando templo tras templo, todos diferentes, algunos llenos de turistas, algunos en los que estás completamente solo. Es muy complicado describir todas las cosas maravillosas que la selva esconde, si alguno tiene dudas, aquí pongo algunas fotos.

¿pensativo?, no, cansado
En este estaba yo solo, bueno, el guardia me perseguía para pedirme propina,
esta vez yo fui más rápido
Parada técnica y comida típica: Cocido jemer
Otro ejemplo de las sorpresas que te encuentras por el camino, en medio de la nada
Aquí se necesita un jardinero de manera urgente
bueno, mejor un par, que hay mucho trabajo
El atardecer, la foto más buscada con el reflejo en el lago
¿A qué hora he dicho que empecé a pedalear?, las 8:00, pues eran las 17:30 y todavía no había llegado de vuelta y con sólo una parada de media hora para comer. Un palizón. Templo-bici-templo-bici-templo.... y así por más de 7 horas, no me lo podía creer, pero es que cuando uno disfruta y lo hace con ganas saca fuerzas de donde no las hay. 

A la vuelta al hotel devolví la bici, me eché en la cama y al enfriarme no me podía ni mover, un poco de agua con limón y mucho dormir solucionaron el problema. Mañana más.

2 comentarios:

  1. Chaval, aunque no comento a menudo, sigo tus posts sin perderme ninguno. Una cosilla, estaría bien que incluyeras precios típicos para que el blog pueda servir para que la gente se anime (o no) a ir a estos sitios. Yo por un cocido jemer pagaría incluso 1 euro :)

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  2. Mae mía, ahí esta José Antonio estirándose... 1 euro!! Pero si está hecho con auténtica carne de Jemer!!!

    Bueno, y las fotos y los sitios IMPRESIONANTES!! Y en mitad de la selva!! faif stars, man!

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